Angra Epona es un planeta similar a la tierra, pero se encuentra en un sistema solar completamente diferente; a millones de años de la vía láctea. Sus habitantes humanos, conviven también con muchas especies de animales y tienen valles de una interminable naturaleza, un inmenso mar, cerros y montañas; sin embargo, tienen una tecnología mucho más avanzada que les ha permitido explorar y conocer el universo, así como también, algunas costumbres que aquí, ya habían quedado en el pasado.
En Angra, las diferentes localidades son lideradas por la monarquía y si bien la mayoría de los habitantes de este planeta tiene libre albedrío, los integrantes de la realeza tienen tareas y roles por cumplir profundamente integrados en su formación. Muchas veces, antes de que asuman su título real, los verás disfrutando como cualquier otra persona, pero una vez que se deba asumir la responsabilidad, no hay vuelta atrás.
Los matrimonios reales están pactados desde mucho antes que los propios protagonistas tengan conciencia de sí mismos, siempre basándose en las alianzas poderosas que se puedan crear y en perseverar lo que sea necesario para mantener la paz.
No hay que confundirse, podrás ver plantas exóticas fluorescentes que iluminarán tus ojos, pájaros cantando y volando a tu alrededor, autos que flotan y pueden alcanzar miles de kilómetros por hora, pero Angra Epona no es perfecto y tampoco lo son sus habitantes. Como en todo sistema monárquico encontrarás traidores, ricos y pobres, ladrones, apariencias, infidelidades, doble vida, tejados de cristal y conflictos.
Taranis y Hazel tenían definido su destino mucho antes que aprendieran a escribir o leer, eran parte de este selecto grupo, que, si bien tenían mucho dinero y lujos, no podían casarse por amor, si no que por deber.
La Élite quiere gobernar las calles de California, los Estigmas harán todo por destruirlos y los Ataraxia no quieren estar en medio de ellos.
En California los peces grandes gobiernan de día y de noche los hijos pelean por lo suyo, pero tan solo habrá un ganador, uno lo suficientemente capaz de hacer todo por conseguirlo, hasta hacer tratos con el mismo diablo si es posible y para Rynard eso significa bajar sus murallas y confiar.
Ser la reina de la Élite no es están solo subirse a una moto y conseguir fama, es ser capaz de tomar un arma y dispararla y Rynard ha sido preparada para eso toda su vida. Su corazón de hielo, sus palabras letales y ese cuerpo de infarto hará volver loco uno que otro hombre, pero esa es su arma, con ella consigue los mejores tratos y una que otra invitación a su cuarto, sin embargo cuando se encuentra con esos ojos dorados como el sol y esa sonrisa enigmática no podrá escapar de él.
Él le enseñará un mundo fuera de esas reglas, de esas amenazas y de ese peligro constante, pero Rynard no se lo hará fácil, no dejará que un enigmático hombre entre a su vida para romper todo lo que ha intentado resguardar, sino al contrario, le enseñará lo que un hombre con poder le ocurre cuando cae en las manos correctas de una mujer.
El sentido, la sensibilidad y el éxtasis es lo que experimentan en ese juego de pasión y de conocimiento, lo que al principio empezó como algo sutil, terminara en algo que ninguno de los dos estaba preparado para sentir, pero todo empieza cuando ella pone las reglas y él, el juego.
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