La mente de Aloise estaba anegada en una tormenta de emociones y pensamientos. La tragedia reciente de su padre se había hecho sentir, y Aloise luchaba por comprender su realidad y su propio papel en la misma. Aloise estaba en un caos de recuerdos y de dolor. La pena era aguda, casi una punzada en su pecho. Sintió el frío aire de la noche, pero no era capaz de encontrar calor en nada. Ni en los viejos recuerdos, ni en la luz de la luna. Todo estaba frío y desolado. Lo único que tenía en mente era venganza.