Isekai Mao no Ekuripsu
Prólogo
En el vasto y misterioso dela existencia y el tiempo, existe un mundo donde una diosa juega con los destinos de los mortales como si fueran piezas en un tablero. Luard Takahashi, un joven común de nuestro mundo, fue arrebatado de su vida cotidiana por la voluntad de una deidad. Su tarea, impuesta por la diosa, era enseñar emociones a una divinidad carente de ellas. Pero no era el único al que se le daba una misión; otros dioses, con sus propios designios, le asignaron tareas diversas, desde erradicar demonios hasta simplemente servirles de entretenimiento.
Cansado de ser un peón en los juegos crueles de los dioses, Luard decidió romper sus cadenas. Desobedeciendo las órdenes divinas, se adentró en el bosque de Yggdrasil, dónde reside el árbol del mundo. Allí, encontró paz y amor en una ninfa. Juntos, formaron una familia, y por un tiempo, Luard conoció la felicidad y la tranquilidad que tanto había anhelado.
Pero los dioses, tomaron su decisión como algo estúpido y arrogante, no podían permitir que su peón escapara tan fácilmente. Manipulando a los humanos, mal dijeron su nombre los incitaron a destruir lo que Luard había construido. Un día, mientras él estaba lejos, un grupo de hombres, manipulados por los dioses, irrumpieron en su hogar, asesinando a su esposa y llevándose a su hija como esclava.
Debía pelear por las existencias del mundo o no volvería a ver asu hija.
Cómo recordatoria delas consecuencias dejaron el cuerpo de su esposa.
El dolor y la ira consumieron a Luard al descubrir la tragedia. Su corazón, antes lleno de felicidad, se transformó en una fuente de odio y brutalidad. En un frenesí de locura y venganza, desató su furia contra el mundo que le había arrebatado todo. Desde ese momento, fue conocido como el Héroe Loco, que se volvió contra los dioses.
Nota del autor: reescribo está historia porque la original tenía problemas argumentales. Gracias
» ¿Te enteraste? Hay personas capaces de ver el sello, una marca que indica quien es tu pareja destinada. Debe ser un don maravilloso, ¿No? «
Por supuesto que no.