«En Montenegro hierve un caldero de oscuridad, es un pueblo gobernado por la superstición y la incertidumbre... Se situa al pie de una montaña embrujada, y por el corren ríos de magia, de historias, de bestias salvajes que se esconden entre los hombres durante el día, de asesinatos cruentos y magos negros. Montenegro es un sueño que atrapa a los personajes en un mundo juvenil con miedos, amores, rencores, pudores, lágrimas y secretos. Es un reflejo de la fugaz juventud y el miedo a la adultez... Es una canción nostálgica que nos cuenta una historia con muchas caras y una tragedia».