El techo donde me encontraba emitía ciertas vibraciones con la alta música que salía del primer piso de UMK. Aquella me adormecido poco a poco mientras el cigarro entre mis dedos se consumía con el aire, hacía ya minutos no lo llevaba a mi boca.
- Piénsalo, yo quiero un hijo y tu quieres ser padre. Es sencillo, hombre. -La risa nerviosa que salía de mi garganta era casi imposible de contener.
- No entiendo muy bien, ¿quieres tener sexo conmigo?
Una palmada en mi frente fue suficiente para provocar risas en Bryan también.
- No, idiota. -Me reí ahora yo por la idiotez que estaba a punto de repetir- Solo quiero tener un bebé contigo.
Llevaba meses pensándolo y aquella fiesta de despedida en la Universidad era mi tapadera perfecta para ejecutar mis planes.
- ¿Tu silencio dice si o no, a mi peticion?
- Yo... ¿Por que querrías un hijo conmigo, Caroline?
Me encogí de hombros como si la respuesta fuera muy sencilla - Soy bonita e inteligente, tu atractivo y carismático. Un bebé de ambos podría ser casi perfecto.
La última calada y mi última confesión salieron a flote cuando dí vuelta a mi cuerpo, quedado cara a cara con el.
- No quiero casarme contigo. Ni siquiera se si me gustas - Dijo el, aun poco convencido con mi propuesta.
- No es casamiento, solo quiero un poco de tu esperma, sin ninguna atadura. Además, no me gustas.
Esa respuesta parecía convencerlo un poco más. Tomó de la botella que tenía en su mano y se levantó del techo que ambos compartíamos para ofrecerme la mano y ayudarme a levantar.
- Hagamos un trato -Dijo decidido.
-Te escucho -Tomé la botella de mi pertenecía que se encontraba en la ventana por donde salimos.
-Dame dos años, si sigo soltero tendremos un bebé juntos. ¿De acuerdo?
Hice sonar su botella con la mia para mirarlo después con una sonrisa pícara.
-Trato hecho.
Cerramos la promesa, en aquel techo, ebrios hasta el culo y con cerveza barata entre las manos sin tener ni la más
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...