Me escondo en el baño, porque la casa no está vacía pero así la siento, la única respiración conciente soy yo. Me paro en la lluvia y quiero ser poética pero solo estoy triste y fría, no puedo parar de pensar el cómo besaste mis labios y luego bromeaste con eso. Mucha gente me vio sonriendo y lo odio porque me froté los labios que un color azul tenían justo después, en este baño. pero el sentir de tu piel no se va, no me deja si no es con un cicatriz. Y ahora sigo aquí, la lluvia, el baño, mis labios y yo, me veo como yo, pero lo odio porque mi sonrisa sigue sin ser la misma, si tan solo pudiera regresar el tiempo a ese momento y decir lo siento, desearía poder devolver el beso hasta que lágrimas descendieran por unos ojos que alguna vez con amor me miraron, pero que ahora con decepción y odio acumulado se dirigen hacia mi, como dagas clavándose en mi espalda.