Lily siempre tuvo un vínculo especial con su armario. Cada prenda guardaba un recuerdo, una historia. El pequeño mameluco rosado, su primer vestido, le recordaba a las tardes tranquilas en brazos de su madre. La camiseta con el estampado de dinosaurios representaba sus días de juego en el jardín, imaginando un mundo lleno de criaturas prehistóricas.