Él llego en el momento en el que más lo necesitaba. Estaba a punto de desmoronarme y darme por vencida. Desde ese día en el que él me encontró llorando, sangrando, sin un abrigo que me quitara el frío del tormentoso invierno no nos hemos separado. Que él llegara a mi vida fue de las mejores cosas que pudo haber pasado en mi vida.