Entre el Ying y el Yang

Somos personas muy opuestas, sin embargo, nos complementamos como el Ying y el Yang.

Somos como la luz y la oscuridad que necesitamos.

Somos como el frio y el calor que acompaña nuestro cuerpo.

Somos la rudeza y la fragilidad que poseemos.

Somos el combustible que necesita una estrella para no convertirse en agujero negro.

Somos la ignorancia y el saber que dominamos a nuestro antojo.

Somos la locura y la cordura que gozamos.

Somos la muerte y la vida con la cual jugamos.

Somos como el agua y el aceite no se mezclarán, pero convivirán en el mismo recipiente.

Somos el veneno disfrazado de poción mágica.

Somos como blanco y el negro que alberga nuestra alma.

Somos como los números, infinitos como ninguno.

Somos el amor y el odio, pero... ¿del odio al amor no hay un solo paso?

Sabes que nuestro amor es un sinfín de opuestos y complementos que nos definen como ningún otro verbo, adjetivo, sinónimo o antónimo, solo tú sabes esto de nosotros: Opuestos complementarios.