Le dolió su caída del cielo, pero ese dolor no se comparaba con ver llorar a su ángel. Aziraphale miraba con horror el estado físico de Crowley, tenía un enorme hueco en el estómago que dejaba ver gran parte de sus entrañas. Aziraphale no sabía el porque, pero estaba seguro de que todo era su culpa. Advertencia: Mención de muerte de personaje, y brevemente canibalismo.