Sueños cumplidos ©

Un día eres una niña jugando con muñecas, siendo la princesa de la casa, viendo dibujos animados con mamá y papá y de pronto creces, te transformas en una mujer que debe tomar sus propias decisiones y comenzar a escribir su propia historia.
Con veinticuatro años, Isis se sentía hecha un lío. Por un lado seguía sintiéndose como aquella niña que ante cualquier circunstancia iba corriendo detrás de la falda de mamá o a los brazos de papá para que la protegieran, y por otro, sabía que ya era una adulta y que debía actuar como tal.
Amigas casándose, teniendo bebés, otras disfrutando la vida de fiesta en fiesta y luego estaba ella.. siendo ella, tan soñadora y con ganas de amar y ser amada. Por el contrario de la nueva generación, ella si deseaba conocer y tener su romance de ensueño, formar una familia y vivir felices como en los cuentos. En un momento creyó estar a punto de obtener todo eso con lo que había soñado algún día, sin embargo, la pareja que la había acompañado por más de seis años la dejó. Dicen que un corazón roto, el despecho y el alcohol no van de la mano, Isis lo descubrió muy tarde.

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