Pensar en lo equivocada que estaba mi vida, en todas las noches que pasé en camas diferentes, en todas las borracheras en las que me creía invencible y en todo lo que siempre dije que jamás. Pensar, que jamás volvería a creer en el amor, hasta que sin quererlo aparece de la forma que menos esperaba y que más asustaba, porque sabía que podría poner todo patas arriba, y bueno, así lo hizo.