Las estrellas lo dirán

La idea pintaba muy bien en su mente. Todas aquellas veces que había fantaseado con ello, deseando que llegara el momento de empezar a cumplir sus sueños, y ahora que tenía la oportunidad, solo quería retroceder en el tiempo, ralentizarlo aunque fuera.
Empezar una vida nueva en una ciudad desconocida, lejos de su familia y amigos, no sonaba como la vida que Hayden había imaginado. No obstante, la decisión ya estaba tomada.
No había vuelta atrás.
En un abrir y cerrar de ojos, vio su vida entera quedarse patas arriba y, entre todo el caos que eso conllevaba, lo último que se esperaba era encontrar un único rincón de paz mental en las melodías que sonaban cada tarde desde el otro lado de la pared de su habitación.