El miedo puede incitar a las personas a realizar todo tipo de actos. Asesinatos, muertes, guerras, traiciones... abandonos, son solo algunas de ellas, consideradas las peores que existen. Un joven elfo, que en su experiencia, ya las conocía a la perfección, a pesar de ello, juraba que había sido castigado por alguien a vagar sin rumbo, evitando aferrarse a algo o alguien en esta vida, después de todo pensaba que no era merecedor de nada similar. La vida tomaría cierto rumbo, guiándolo mediante la necesidad de conocimiento y descubrimiento a aquello que tanto evitaba. Había mucho más que solo la superficie, eso tendrá que aprenderlo.