_Tienes que dejarme ir, ese fue él trato Mauro, seis meses a tú lado y me darías mi libertad.《camino de un lado hacia el otro de su despacho 》 _¿Estos meses no te sirvieron nada?._pregunto. _¿Qué quieres decir?. No sabia exactamente a que se referia ese era trato . _No te dejaré ir, no ahora. 《Salió campante de su despacho dejándome con la palabra en la boca, sali tras suyo no me importa hacer un escándalo y que sus hombres escuchen nuestra acalorada discusión, es un maldito y de eso no tenía duda》. _¡Eres un maldito, lo prometiste y tú nunca rompes las promesas esa es tú ley!_grite. En estos momentos ya estoy colerica no podía quedarme más tiempo, tengo una venganza pendiente y estando encerrada no lo podría hacer. _Lo tengo muy claro. Pero ahora no puedo , ni quiero dejarte ir. _¡Dime una maldita razón por la que no me dejas ir Mauro, solo una maldita razón!. _¡Por que me enamore de ti!_grito_Ahí tienes la maldita razón por la que no puedo dejarte ir de mi lado. Se dirige a la salida tan calmado sin antes darme una última mirada , dejandome en medio de la sala con la mente en blanco y la boca seca, aún sin poder que creer que el gran y temido Mauro Riacci este enamorado precisamente de mi.