Desde que tiene memoria, Briseida siempre estuvo enamorada de Reese Wilkerson. Buscaba excusas tontas para ir a su casa, se acercaba a él en los recesos cuando lo veía solo, trataba de atraer su atención cuando estaban en la misma habitación... En fin, estaba loca por él. Luego de mucho tiempo siendo invisible para él, Reese parecía empezar a sentir algo por ella. O eso creía Briseida... Cuando la realidad le explota en la cara, Malcolm se convierte lentamente en su getaway car.