-¡No!-su voz se rompió a medio grito. Corrió hacia la mujer que ahora yacía en sus brazos herida. ........... Él levantó la vista y la miró con odio, con todo el odio que podía reunir y sentía en su sangre, que ardía con rabia. -Tranquilo, Cariño-sonrió-pronto olvidaras que siquiera existió. .............. -Je t'aime, mon beau rouge-gorge. .............. -¿Y bien qué? -Tienes mi nombre, pero yo no tengo el tuyo. -¡Ugh! Cierto, Marinette, mi nombre es Marinette-sonrió extendiéndo su mano con cuidado hacia él, al parecer recordando su promesa anterior. -Un placer, Marinette-la tomó entre las suyas con la mayor delicadeza posible.