Todo en su mundo estaba distorsionado una realidad llena de alucinaciones y las alucinaciones llenas de realidad. Nunca se le había pasado por su inepta cabezota que las pesadillas de las noches arrebataran vidas en el día. Todo empezó a tambalearse después de aquel irritante zumbido que hizo que todo en su vida respectivamente normal se jodiera por completo.