Kia creía ser capaz de juzgar a las personas de la forma más neutral, pero su vecino nuevo tiene la capacidad de demostrarle que no existe solo el bien o el mal. Los puntos medios también son parte de la vida. Lo que ella piensa sobre el hombre que vive enfrente pierde sentido cuando se da cuenta que vive encubierto, pero no logra justificar lo que tiene que hacer para realizar su trabajo. No solo se ve involucrada con su vecino, también con el trabajo que realiza y los peligros que este conlleva.