En un pueblito aislado se rumoreaba sobre una luna púrpura que concedía un deseo a una persona desdichada, un ser tan angustiado que era escogido por el grado de agonía en su ser. La luna cumplía su deseó a esa persona pero no es tan fácil, está se cobra con algo similar o peor de valor. Había una leyenda de un hombre que se atrevió a pedir un deseó que terminó de la peor forma, fué transformado en un monstruo esqueleto y a sus parientes y amistades en diversos monstruos, los humanos petrificados los cazaron ya que se transforman en cristales mágicos, la avaricia los enloqueció matando casí a la tercera parte de los monstruos. El hombre esqueleto dirigió a los monstruos restantes a huir al monte Ebott ya que ahí crearía una barrera mágica para que los humanos no accedieran. La barrera se cuartea en cada luna y los humanos se preparan para intentar entrar. Una joven va a interferir en esta ocasión.