En lo más profundo de la antigua Mesopotamia, aún se arraigan eternas historias de amor infinito y el destino para los amantes, siempre es el mismo, la búsqueda de su amor por las montañas mágicas de Mardin. Esa poderosa magia espera a ser despertada de nuevo con fuerza, pese a los obstáculos, el temor y el odio ....Dilan creyó en esa magia. Vivió el cuento más maravilloso del mundo al lado de su amor, y soñó con un destino a su lado... pero... lo perdió. ¿Cómo se aprende a vivir de nuevo sin la razón de su existencia? ¿Cómo su corazón sigue latiendo sabiendo que Baran la odia? ¿Cómo puede seguir de pie dejando atrás lo más hermoso de su vida? Su único consuelo es saber que él vive y respira en algún lugar del mundo. Pese a que no soporta ser la diana de su odio y desprecio. Se fue por él. Para que viviese y recuperase la felicidad que ella le arrebató. No podía perdonarse... pero se prometió antes de marcharse de Estambul, que hasta el fin de sus días, su corazón siempre sería para él... .... Baran también creyó en la magia de su amor.... hasta que la traición de su esposa le llenó de un odio infinito. Ella se marchó. Sin despedida. Dejándolo al borde del abismo. Ahora... solo buscaba una monstruosa venganza hacia la que alguna vez fue la razón de su vida. Lo que ninguno de los dos esperaba es que en la tierra mágica de Mardin, sus destinos volverían a estar ligados por esa antigua y poderosa magia que durante tantos siglos había irradiado de sus ancestrales montañas.