Velocidad sobre hielo.

La carrera de Quinn parece haber caído en desgracia. Desde que tuvo un accidente y pospuso el patinaje artístico el mundo la ha dejado en el olvido. Cuando vuelve tres años después, nadie quiere trabajar con ella. Una noche, cansada de todo, va a parar a un bar en el que conoce al hombre más caliente de la historia, uno con el que comparte una química innegable. Pero la noche acaba en un beso que la deja con ganas de más.
Ella cree que no lo volverá a ver, pero el beso llena cada portal de chismes al día siguiente. Es cuando descubre que él es un piloto de la Fórmula 1, y ahora todos creen que tiene una relación con él.
A Austin le han dado un ultimátum: o cambia su comportamiento o está fuera del equipo, cosa que no se puede permitir. La Fórmula 1 es toda su vida, no tiene nada fuera de su carrera y no es nada si no puede estar detrás del volante de nuevo.
Entonces se encuentra con ella, la chica más pura y hermosa que alguna vez haya visto. Ella no sabe quién es él y no espera nada a cambio. Por ello, al final de la noche, no hace nada más que robarle un beso que recordará toda la vida y la deja libre. Pero no contaba con ser fotografiado con ella y aparecer en todas las revistas de chismes al día siguiente. Así como tampoco contaba con que ella fuera una patinadora, una de las mejores y más reconocidas, tanto por su carrera como por el accidente que tuvo hace años.
Piensa en salir a desmentir todo, en decir la verdad al mundo, pero su equipo quiere conocer a la chica que ha logrado que siente cabeza, así que no le queda de otra que convencerla de fingir una relación.
¿Qué podría salir mal?

Primer libro de la serie 'Amor en juego'.
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