-Despiertate ya pequeña, llegarás tarde al colegio.
-No quiero , hoy no quiero ir, no me gusta.
-Tienes que ir ,-dije entre carcajadas- yo te esperaré cuando salgas.
-Está bien papi, ire al cole... -dijo ella con voz desanimada-.
Ella es mi pequeño tesoro, mi angel de la guarda, la razón de mi vida: ella es mi hija Vera, de 8 añitos y ya es toda una mujer.
Mientras ella se viste, yo le preparo su desyuno favorito: leche con colacao y galletas Príncipe, con un suave toque a miel.
La historia comienza un soleado dia de primavera, paseando en un Seat Ibiza azul de camino a un pueblecito en un precioso valle escarbado por un rio caudaloso. Llegando al pueblecito, Catherine, mi mujer, se puso a cantar la canción de la radio cuando un camión apareció de la nada, arrolando nuestro coche y haciéndolo dar innumerables vueltas de campana, destrozando el coche por completo, fue un simple milagro que el unico superviviente sea yo, ojala no fuera el unico y pudiera tenerla a ella en mis brazos,