23 de agosto del 2013. Un fuerte estruendo aturdió al castaño y la joven, su cena de aniversario de un año se había echado a perder, más solo lamentos le dejaba, lo que fue segundos le parecieron horas al joven, un enorme charco de sangre se asomaba por una de las patas de la mesa, su sorpresa no fue del nada grata al ver a su amada en el suelo envuelta en el líquido rojo, una solitaria lagrima resbalo por su tersa mejilla y luego vinieron más acompañadas, lo único que sintió fue como unos policías lo tomaban por los brazos, uno a cada lado, pero él era inocente ¿Por qué lo tomaban? Lo cierto era que, uno, no había otro sospechoso más que él, dos su novia yacía muerta, tres él era el culpable absoluto.