–¿Te gusto?– le miró a los ojos –¿Como podría gustarme alguien tan plana?– –¿Me quieres? Es decir, no solo mi sangre– pidió nerviosa bajando la cabeza –¿Que otra cosa sería?– respondo sonriendo. Suspira antes de darse la vuelta. Entonces le detengo de la mano. –Aun no me preguntas si te amo– por su mirada además de la mordedura en su labio me hicieron pensar que si deseó preguntarme. –Entonces.... ¿Me amas?– frívolo respondí...