Dick Grayson tenía una mala racha. Acababa de terminar con su novia de más de un año, y ahora lo secuestró un grupo de locos que no buscaban dinero precisamente. Y no estaba sólo, su compañera de desastre era Artemisa. ¿Lo peor de todo? No lo capturaron siendo Robin, y ahora se las tiene que arreglar para salir vivo de la situación sin revelar su identidad.