Echo Wilson tuvo que presenciar uno de los más catastróficos desastres del amor; el divorcio de sus padres. Luego de pensar como cualquier otra inocente criatura que el amor entre ambos nunca acabaría, la noticia de su separación le cayó como un balde de agua fría. Sin embargo y aún con este antecedente, Echo es una empedernida de lo que el romance refiere y se mantiene con la cabeza en alto defendiendo lo que pareciera indefendible. Según ella, la mayoría de las parejas que no saben sobrellevar sus diferencias rompen la relación y todo contacto por un minúsculo pero esencial orden de los factores, error que ella no piensa permitirse cumplir. Decide tomar las riendas de su destino y decirle a su media naranja que espere, pues antes de conocer al ideal tendría que hacer una parada en la diversión, el alcohol y la vida sin restricciones. ¡Solo quiere divertirse! Pasarlo bien, salir, cosa de que cuando esté en pareja no piense en lo que no ha hecho, sino en todos aquellos deseos que de juventud pudo cumplir. No obstante, necesitaba un compañero que le enseñara el mundo lejos de las reglas. Cuando lo encuentre, ¿será él capaz de atenerse a las condiciones de la codiciosa Echo y formar parte de su plan B?