Cuando la madre naturaleza te arrebata el don que te dio por ozar quitarle la vida a los suyos en una cruel y larga guerra. Guerra que solo dividió una región, formando así dos completamente distintas, solo destinadas a pelear entre sí. Sol y Luna. Sol siempre deseando lo que tenía Luna y Luna solo deseando que Sol no existiese más. ¿Pero qué pasa cuando aquel don, que se creía perdido por años, comenzaba a florecer en medio de la noche bañado en completo silencio por la luz de la Luna? ¿El deseo de Sol por tener lo que tenía Luna se quedaría en eso? ¿En un simple deseo? ¿O haría algo más?