El infierno está vacío, los demonios caminan entre nosotros, y también lo hacen las almas y los cuerpos. Aquellos que se aferran a la vida aun después de su muerte y aquellos que se aferran a la muerte mientras aún siguen con vida. Estando rota aun soy capaz de bailar con cada uno de mis pedazos mientras mis pies desnudos dibujan círculos en el frio concreto. Mi piel esconde millones de historias que muere por revivir, pero los cristales de mi mente me encierran en una casa de espejos manchados de ausencias. Me gustaría contarme que el temblor de mis dedos es solo la inercia frente a una melodía, pero lo cierto es que como adictos siguen sintiendo la necesidad de tocar tu piel. ¿Cómo un tren cuyas vías van directo al precipicio puede arrastrar mi voluntad en su dirección? Soy un libro abierto a tus deseos, confundiendo el miedo con paz. Mi cuerpo lo recuerda todo, pero también lo hacen las palabras y cada una de las escenas en las que inyectaste en mis venas algo que no me pertenecía, pero que termino por consumirme. En ese instante en el que decidiste llamar "Destino" a tu facilidad para renunciar a mí, soltaste el pequeño lazo que mantenía unidos los mas visibles pedazos de mí. Esa noche te vi admirar la destrucción que diseñaste mientras me derrumbaba a tus pies. y desde entonces la crueldad se disfrazó de misericordia para mí.