Todos tenemos un vecino molesto, ya sea por los gritos, olor a alcohol o fiestas, ladridos, humedad en la puta pared, televisión muy fuerte o en este caso golpes de cama hacia la pared. Frank no hacía más que dormir cuando un fuerte golpe en la cabecera de su cama lo despertó, sonrojado salió de su nuevo departamento, y golpeó furiosamente la puerta veintidós con su puño tatuado. No supo cuando se perdió en los molestos ojos verdes que le traerían más de una complicación. Siempre es tiempo para equivocarse. El odio hace el amor también. Terminado, 23/02/2016 Contiene Dos Extras.