Dos caminos cruzándose por un "accidente". Dos personas totalmente diferentes pero a la vez muy parecidos. Ella es la luna, como la noche oscura pero llena de estrellas, brillante, silenciosa, reservada y atractiva. El es el sol, la luz del día en persona. Alegre, sarcástico, orgulloso, risueño. Pero a veces la luz del día por muy brillante que sea, hay días grises. Como noches nublosas donde las estrellas y la luna se esconden. A veces los caminos se cruzan cuando menos te lo esperas, de la misma manera inesperada que cuando se forma un eclipse. Igual que los polos opuestos se atraen, el día y la noche también puede juntarse. Pero a veces no es conveniente que los polos opuestos se atraigan o que suceda un eclipse, por que el resultado podría ser una catástrofe.