El rubio hiperactivo que todos conocemos tendrá una característica que lo hace diferente de todos... No puede morir, al menos no por heridas físicas, ni desmembramientos, cortes, incluso si lo partieran en dos.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.