"Creía que no había nada más adictivo que sus ojos, hasta que vi el movimiento de sus caderas, estaba jugando conmigo, o quizás yo solo era una más, quien sabe" Ruth nunca se había enamorado, y pensó fielmente que nunca lo haría, que viviría con su mejor amigo hasta que le llegara la muerte, pero llegó ella, y puso su mundo patas arriba. Ella no sabe si todo esto va a acabar bien, pero hay algo que va a descubrir, y es que el amor duele más de lo que muchos queremos admitir.