La niña que enumeraba sueños, le decían.
Cada tarde y puede que cada noche, la veían posarse encima de uno de los viejos coches de aquel desgastado deshuesadero. Veía hacia las estrellas y, con manos quejumbrosas y carentes de higiene, enumeraba los sueños por cumplir. Sueños, que, aún siendo una pequeña niña, sabía que probablemente, nunca cumpliría.
Y, también sabía que su historia nunca sería prevista. Porque, era consciente de que, nadie ademas de él parecía notarla.
Nadie además de aquel pequeño niño, la observaba con fijeza o, cada noche, le preguntaba el por qué movía sus dedos y, mientras lo hacía, susurros inentendibles se cortaban en dirección hacia su garganta.
Nadie, hasta que él dejó de hacerlo. Porque ella decidió compartir aquellos efímeros lapsos con él y terminar por contarle cada noche todos sus sueños.
Después de un tiempo, él también los contaba con ella. Al pasar alguno que otros meses, ya nadie lo hacía.
¿El por qué?
Bueno, eso sólo lo supieron aquellas personas que conocieron su historia. Ninguna, ¿cierto? Tal vez, sí que habían personas que se percataban de sus acciones en la lejanía.
Bueno, puede que solo una.
Los mellizos Uzumaki son los actuales Jinchurikis del nueve colas, debído a esto pasarón una infancia horrible. Naruto sueña con ser Hokage de la aldea de Konoha, mientras que Mito sueña con ser la kunoichi mas poderosa del país del fuego. ¿Lo lograran? ¿Seguiran su camino ninja?