Eglin despierta y observa un rostro desconocido en el espejo. Lo extraño apenas comienza y dos historias transcurren, distanciadas una de la otra por más de 70 años. Sin embargo, están más interrelacionadas de lo que parece. Cambio de piel y pensamientos. Una meta, dos destinos; dos inicios, un solo final. El futuro del mundo se halla en peligro por el acecho del pasado, mientras el pasado lucha para llegar al futuro. Eglin es Gretchen y a la vez no lo es... Lo que era izquierdo es ahora derecho. El tiempo esta torcido, no quedan líneas rectas... Lo que inicia como una aventura juvenil, madura entre batallas, bombardeos y acertijos matemáticos. Donde un decimal lo cambia todo, un tropiezo determina la vida o la muerte, el contenido de un cesto de basura se hace importante. Todos los caminos conducen a Kutná Horá, excepto los que terminan en la avenida Ashland.