No es del conocimiento de todos que el dios de las mentiras tuvo una compañera, una amante, Sigyn que daba balance a su malicia. Los pocos que creían en esa historia dejaron de verla como algo verídico y lo pasaron a lo ficticio tan pronto como ese dios trato de invadir Nueva York demostrando que no hay ningún rastro de amor en su corazón y si lo hubo desapareció.