-A este retrato lo llamo, "la causa de toda desesperanza." Cuando el cuadro quedó al descubierto, un hombre joven hizo presencia en el cuarto. De sonrisa suave que le obligaba a cerrar los ojos y espesa cabellera negra que caía hasta llegar a sus hombros, aquel joven fue retratado con todo el amor que se podía acumular por casi cincuenta años. -Es hermoso.