Todo comienza con una botella de agua derramada y un cartel de Taylor Swift arruinado.
Willow, la chica que aprende que ir con un cartel de tu cantante favorita para un trabajo por los pasillos sin siquiera mirar es mala idea, porque puedes chocarte con el chico que más odias de toda la universidad. Adam, el chico que aprende que ir con una botella de agua abierta mientras te distraes hablando con alguien es mala idea, porque puedes chocarte con la chica que más odias de toda la universidad.
¿Cuándo fue el momento donde más rabia sentiste? El de Willow fue en el momento exacto donde se dio cuenta de que para salvar la vida de su hermana pequeña debía acudir a Adam, el hijo de la familia McGraw, que le guarda aún más rencor por el incidente con su dichosa botella, con el que hará un pacto una noche lluviosa de otoño: un millón de euros por una relación falsa. Solo que, obviamente, no todo puede salir perfecto, y el dilema que más abunda es que ambos se odian a morir.
¿Es verdad que la lluvia cruza los destinos de dos personas cuando canta al caer, aunque sea de dos personas que saben de sobra que jamás estarán juntas?