𝐓𝐎𝐋𝐄𝐑𝐀𝐍𝐂𝐈𝐀 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐔𝐈́𝐍𝐄𝐀

Las manos del emperador sudaban con tanta frecuencia en tan pocos segundos, que aquello preocupaba a sus lacayos más cercanos.

"¿Los hijos de Rashta están aquí..?"

su labio inferior tembló, el no estaba listo para enfrentarse a una situación como aquella y hecho su cabeza haci atrás, apoyándola en el respaldo de la silla.

"no.. no estoy listo para verlos a la cara"

sus lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, unas lágrimas que amenazaban con caer por sus pálidas mejillas.

"no.. no quiero tener que enfrentarme a ellos ahora"

el varón Lant lo observo con miedo y apretó su mandíbula de manera fuerte, acercándose a una distancia prudente a su soberano.

"¿Sugiere que los echemos?"