Empezó el dia como siempre, cansado y confuso era asi cada vez que Maximiliano estaba, no puedo explicar como lo amo y odio al mismo tiempo.
Amar nunca dio tanto miedo hasta que cai en el hechizo de su mirada, tan perfecta como la luna y oscura como la noche, emana tanta seguridad y deseo que te hace pensar que no hay nada más allá de su belleza, y como culparme si su 1.90, su cuerpo fornido, cabello negro y su cuerpo todo tatuado, hacia que te imaginaras cosas vanas con solo verlo. Podría afirmar que nunca habia visto un hombre tan hermoso como el.
El no parecia un Ángel. El, es el demonio que te insita a quemarte el en infierno con el, sin tener la más remota idea. El no era mi salvador el es el demonio que guio mis pasos al mismísimo infierno.
Y podria estar aqui toda la vida si eso asegurará que me amaría por siempre...