Mutantes: El castigo.

A los dieciséis años, Thorn Fisher desarrolló el M16, una extraña enfermedad que afectaba al 12% de los adolescentes de todo el mundo.
Thorn pasó de ser un adolescente normal a ser un Mutante con poderes comprado por los Primeros -esa parte de la humanidad que no se vio afectada por el M16-, y obligado por ley a combatir contra otros Mutantes en Coliseos usando sus habilidades.
Su mala suerte va en aumento cuando, 6 años después de ser infectado, es comprado por un hombre de gran poder que lo llevará a combatir en el Coliseo con la tasa de mortalidad más alta de todos los tiempos.
Dominion.
Allí, su camino se cruzará con el de Ren Belona, el Guardián a cargo de su vigilancia, un joven obligado a ser su sombra las 24 horas del día. Salvo qué Ren, no resulta ser igual que todos los Guardianes que Thorn conocía.
Y esconde un gran secreto.
Las traiciones acechan en cada esquina. Sus iguales serán sus peores enemigos. Y los Primeros han tejido demasiadas mentiras para mantener prisioneros a los Mutantes. Mentiras que poco a poco, saldrán a la luz.