Luna siempre había soñado con ser bailarina. Desde que tenía memoria, se sentía atraída por el mundo del baile, por esa capacidad de comunicar emociones sin palabras, solo a través del movimiento y la música. Sin embargo, había algo que la atormentaba: sus giros y saltos no eran tan impresionantes como los de sus compañeras de clase. Aunque tenía el ritmo y la pasión, sus movimientos carecían de esa chispa especial.All Rights Reserved