Ella era una estudiante recien llegada a la ciudad. El era el típico niño rico con pasados oscuros. No podían tener nada en común ya que eran de mundos diferentes, excepto... Dylan. ------------ - ¡Es mi perro! Devuélveme a mi mascota - grité furioso y con poca paciencia - ¡No eres su dueño, es mi mascota y no te lo voy a dar! - gritó aún más fuerte la pecosa - Me agotaste la paciencia, tendré que llamar a la policía y denunciarte por robarme a Dylan - dije cansado ya de discutir