Cuatro... Cuatro era nuestro número, solo eso. Solo nosotros sabíamos su significado y lo importante que era para nosotros. La gran fachada de bailarines profesionales de danza contemporánea se volvió no solo en una fachada sino también en nuestro refugio. Un grupo, sí, de cuatro... ¿Quién diría que terminaría de tal manera? ¿Un cadáver? ¿Una obsesión? ¿Una nueva vida como bailarines y también como asesinos? Estábamos seguros de que nuestra fachada y verdadera vida se quedaría siempre con nosotros sin importar nada. Lo que no sabíamos era como terminaría, pero como en todas las historias hay un final, el punto era que no sabíamos el final de esta...