Ya no recuerdo cuanto tiempo llevo encerrada en este asqueroso lugar sin siquiera poder escuchar una sola noticia de lo que habían hecho con mi familia. Mi corazón está cada vez más impaciente y siento correr a través de todo mi cuerpo la inconfundible adrenalina; llegó el día, en unos momentos en cuanto el guardia entre por esa puerta para traerme la comida como de costumbre y en cuanto se de la vuelta, saltaré sobre él, se que no sera para nada fácil llevar a cabo mi plan de escape ya que mis captores son muy formidables bueno no puedo esperar menos de una de las más grandes mafias chinas, lo que aún no logro comprender es porqué motivo me siguen manteniendo con vida, ¿De qué podría servirles alguien como yo? No tengo la menor idea y eso me hace sentir realmente incómoda y nerviosa. El sonido de la cerradura abriéndose resuena en toda la habitación sacándome de mis pensamientos. La puerta se abre de par en par y un terrible escalofríos me recorre por toda la columna y por todo mi cuerpo. No era el guardia de siempre y este no traía consigo la comida y a no ser que este me lleve a comer en otro lado, lo cual era un pensamiento totalmente erróneo. Un terrible presentimiento no dejaba de rondar por mi cabeza, podía sentir la bilis subir por mi garganta, me costaba respirar, me transpiraban las manos a pesar de que me las trataba de secar una y otra ves con mis jeans y mi cuerpo no paraba de temblar.All Rights Reserved
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