Se convirtió en caballero sacro, mantuvo a su amiga cerca de ella, y, obviamente a Gil (mantenido en secreto). Conoció nuevos compañeros, rio, creció, lloro con ellos, sin embargo, no conseguía que él posará una sola mirada en ella.
La miro con ojos de ilusión, la escondió, la nego frente a todos y aun así ella siguió con él, hundiéndose en ese mismo agujero que creaba y se hacía más profundo.
¡Todo por una maldita profecía!
Le martillo el corazón y luego ella lo cosía, sus amigos lo pegaban y la demás gente le agregaba un pedazo de curita, ¿Ella merecía eso? No, y aun con todo eso no la elegía.
¿Seguirá ese camino o lo irá a retorcer? No lo sabe y lo único que le queda por decir es:
𝑳𝒐 𝒍𝒐𝒈𝒓𝒂𝒓𝒆.