El alcohol no es buen amigo de nadie, y mucho menos de los jóvenes. Jace lo comprobó. Tal vez de una mala forma lo comprobó, y es que, ¿quién diría que al despertar lo haría al lado de la hija de uno de los socios más importantes de la casa de producción en la que él trabaja? ¿Quién le iba a decir que esa borrachera le atraería algo que él no tenía planeado? Algo que ninguno de los dos tenía planeado.