"- Me recuerdas a él...- Yeri miró por la ventana de su departamento mientras caían unas gotas de lluvia. - ¿A quién? - Edward estaba sentado sobre el sofá negro de la chica, no tuvo más opción que ir a su posada ya que habían pasado días desde que no iba a la universidad. - A mi primer y único amor de la infancia.- Yeri se acercó a su pequeño mueble, de ahí sacó una caja hecha de madera en forma de corazón; sacó una fotografía, se notaba lo bien conservada que estaba. En la fotografía estaba Yeri de niña bailando con un niño de cabellos rubios y pálido, ojos azules como el mar de Cancún.- Lo conocí cuando viví en España cuando era niña, recuerdo lo bien que me la pasaba con él... le llamaba "güerito". Tuve un accidente y desde entonces no he podido encontrarlo, ni recordar su nombre completo. Sueño con él cada día.- Yeri señalaba al pequeño. Edward quedó estupefacto; era él. El pequeño de la fotografía era él. Las lágrimas de sus ojos asomaron. - Nos encontramos. - Fue lo único que pudo sacar de sus labios."