En el año 1941, una chica de tan solo 14 años llamada Michelle, se mudó de Nueva Orleans (Estados Unidos) a París (Francia).
Le costó mucho trabajo acostumbrarse a las tradiciones francesas tipicas contando su idioma, siendo esa la razón por la que sus padres eligieron una escuela en la que se enseñe perfectamente.
Ya en el nuevo país, antes de salir de su casa para hacer una de sus caminatas por la tarde, chocó con un chico que caminaba a direccion contraria.
Y recapitulando, lo que siguió fue una preciosa historia romantica, inocente, joven y tierna, que duraría una pronta y hermosa eternidad, aunque la guerra los separe...
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