El Rojo Flaco

Vive en este pueblo el desconocido Rojo Flaco, un ente gruñón de ojos grandes y verdes como gato, vive en una casa rodeada de seco pasto, con puertas destartaladas, cubiertas de garabatos. Tras unas rejas oxidadas y vidrios rotos se lo puede ver de ratos, cuando abre los postigos rojos de sus ventanas y puertas cubiertas de garabatos.

Hay una joroba grande en la espalda del Rojo Flaco, pero eso no es a lo que más has de temer, hazme caso. Usa chancletas de cuero sucio y su aliento es un hedor que muchos metros te hará correr, pero eso tampoco es a lo que más has de temer.

Al Rojo Flaco yo lo vi una vez y tuve la suerte de justo dejar mi niñez. Sus vestimentas están hechas de rojos harapos, que se mueven como tentáculos. Las telas de sangre manchadas, flotan en el aire cuando da sus pisadas. No hace mucho ruido al andar el Rojo Flaco, pero si prestas atención sus mortajas oirás silbar. Los trapos rojos que visten al Rojo Flaco atraviesan el aire cual breve relámpago y te capturan como un aterrador sapo. No tiene dientes el Rojo Flaco, pero te devora en un solo rato.
Criatura sin igual el Rojo Flaco, ente cubierto de rojos harapos, que te cazarán como a una mosca un sapo.

Al Rojo Flaco yo lo vi una vez y tuve la suerte de justo dejar mi niñez.